Las baterías para coches eléctricos son el corazón, el motor y el alma de todo vehículo de estas características. Existen hasta 4 tipos de baterías, dependiendo del modelo, la marca o la antigüedad podemos optar a alguna de estas. Conocer un poco más las baterías de los coches eléctricos nos ayudará a entender, por un lado, el coste, más elevado que un coche convencional, pero también la autonomía.
Conseguir que un vehículo eléctrico dé lo mejor de sí mismo durante entre 10 y 20 años que es el tiempo que se calcula que durará una batería de este tipo es fundamental. Una forma de lograr optimizar este elemento básico de todo coche es conocer un poco más el funcionamiento de una parte esencial de un vehículo de este tipo. Esto es todo lo que necesitas saber sobre los tipos de baterías para coches eléctricos que hay en el mercado.
Estos son los 4 tipos de baterías para coches eléctricos
- De plomo-ácido, también denominadas SVRLA y Pb A P. Son de las primeras que se fabricaron, se cargan y descargan con cierta facilidad, con una capacidad aceptable para los vehículos a motor convencionales. Por el contrario, son demasiado pesadas y hoy en día están en total desuso. Impulsaron la fiebre del vehículo eléctrico y dieron un buen empujón a una tecnología que será capaz de cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Se emplearon en uno de los coches eléctricos más míticos el GM EV1.
- De iones de litio (Li-ion), son las baterías que usan el 99% de los coches eléctricos actuales. Con un buen rendimiento y peso, cargan todo lo necesario para conseguir el éxito más absoluto en los desplazamientos. Obtienen una mayor densidad de energía por centímetro cúbico que es en esencia lo que se necesita en este tipo de vehículos. Los ciclos de recarga acabarán siendo mayores, con lo cual se puede aumentar el ciclo de vida de este tipo de elementos. Como ventaja principal e importante para todo vehículo, son menos pesadas que las de plomo, hasta cuatro veces menos.
- De níquel cadmio (Ni-Cad) son muy costosas. El elevado costo de los elementos que forman esta batería hace que se usen solo en determinados vehículos. Son una de las grandes apuestas de la aviación, debido al funcionamiento de estas piezas y componentes a temperaturas extremadamente bajas. De usaron en los primeros coches eléctricos durante los años 90. La francesa Citroën creó un AX eléctrico con estas baterías, más como invento tecnológico que como utilitario o vehículo para el público en general.
- De níquel-hidruro metálico (Ni-MH), la gran ventaja de este tipo de baterías es que son poco tóxicas. Son un punto intermedio entre las de plomo, ya que tienen un mayor rendimiento, pero menor que las de litio. Son poco comunes en coches eléctricos, no son tan desconocidas en coches híbridos. Uno de los vehículos más míticos del sector híbrido, el famoso Prius de Toyota las empleaba. También las usan algunos teléfonos móviles.
Estos son los tipos de baterías para coches eléctricos que existen actualmente. Con sus más y sus menos son los que tenemos actualmente a nuestra disposición. Dependiendo del coste y los materiales pueden estar más o menos disponibles en determinadas marcas o modelos. Las baterías de litio son las que encontramos más presentes, pese a ser un material caro y con un futuro poco claro, es la alternativa más ecológica a unas emisiones de gases contaminantes que hipotecan el futuro del planeta. Conocerlas un poco más nos permitirá saber sobre el vehículo que compramos y los que lo han precedido en esta búsqueda de la mejor opción.