La capital de Francia ha emprendido estos días una nueva era sin patinetes eléctricos en sus calles, dejando atrás este transporte sostenible. Para muchos los patinetes son la manera de moverse por las grandes ciudades provocando cero emisiones. Pero también están los que opinan que son un riesgo para la población, no solo para los que conducen este vehículo, sino también para los que comparten carretera con ellos.
En una votación popular sin precedentes en Europa la victoria fue acaparadora y dejó a Paris sin sus más de 15.000 patinetes eléctricos. Se acabaron las concesiones con las empresas y empezaron a vaciarse unas callas que serán las primeras son estos vehículos eficientes.
La ciudad de Paris ya no tiene patinetes eléctricos en sus calles
Paris realizó el pasado mes de abril una votación que dejó al mundo del transporte sostenible mirando hacia esta ciudad. El ‘NO’ gano al ‘SÍ’ dejando atrás la llegada reciente de estos patinetes eléctricos que como en el resto del mundo no ha sido nada fácil dadas sus características.
Es un vehículo a motor para el que no se requiere edad ni carnet. Todo el mundo que quiera puede conducirlo, de la misma forma que lleva una bicicleta, pero teniendo en cuenta que aquí en algunos modelos se puede llegar a una velocidad superior. De igual forma que no se necesita nada más que la ropa de calle para subirnos en él, sin necesidad de un carnet especial.
En 2018 hubieron más de 450 accidentes y 3 muertes en las que se vieron implicados estos vehículos. Los patinetes eléctricos pasaron a estar en la lista negra de vehículos, estando en el punto de mira de las instituciones. Por lo que muchos optaron por evitar su uso e impulsar esta consulta en la que ganó el ‘NO’ de forma masiva.
Los patinetes eléctricos se han cambiado por bicicletas gratuitas
Para compensar el fin de los patinetes eléctricos, el ayuntamiento ha instaurado un nuevo sistema de bicicletas gratuitas. De esta forma, todo aquel que lo necesita puede moverse por la capital de Paris con un vehículo que es igual de eficiente y que no supone ningún aparente riesgo. Aunque igualmente no están exceptos de accidentes.
Para reforzar la seguridad en sus calles, también se han habilitado nuevos carriles bicis que permiten a todo aquel parisino que lo desea llegar igualmente a su trabajo sin necesidad de usar ningún coche, ni vehículo con motor de combustión.
La medida se ha empezado a aplicar el 1 de septiembre y en general, la población está contenta, más tranquila ante la llegada de unas medidas que retiran de las calles unos vehículos que circulaban en un sin control que llamó la atención de las autoridades municipales.
España podría ir camino a la prohibición de patinetes eléctrico, con Barcelona al frente. En esta ciudad se han prohibido en el transporte público ante el riesgo de provocar un pequeño incendio. Un peligro que ha sido determinante para que las autoridades tomaran esta decisión.
Quizás también con la idea de ver qué pasa en París que será la primera ciudad del mundo que prohíbe específicamente este transporte sostenible. El cambio puede llegar a ser total ante la llegada de unas normas que pueden ser claves. Restringir el uso o regularlo, son otros modelos que también han aplicado otros países de Europa.
Para que un medio de transporte sostenible funcione, se necesita una atención plena que permita dotar de máxima seguridad no solo a sus usuarios, sino también a los que comparten calles con ellos. Será cuestión de apostar por le medida que mejor se adapte a nuestro país consensuada con la población.