Los coches eléctricos son el futuro y suponen un cambio significativo respecto los convencionales. Tendremos que cambiar nuestra forma de conducir para decirle adiós a los elementos que hasta la fecha hemos tenido siempre presentes. Es un coche con algunas modificaciones que se adapta a los nuevos tiempos.
Conseguiremos decirle adiós al cambio manual y a los tubos de escape para abrazar una nueva aerodinámica. Una opción que dará lugar a nuevos elementos que acabarán siendo los que marquen la diferencia. Todo se mueve en un sector que tiene mucho que ofrecernos en todos los sentidos.
Los coches eléctricos verán desaparecer para siempre estos elementos de toda la vida
Adiós al cambio de marchas manual, los coches eléctricos para mejorar en eficiencia energética tienen todos o casi todos, cambio automático. Es uno de los elementos que marcará su imposición en autoescuelas y en las carreteras, conducir con este tipo de coches, cambiará el tipo de carnet de conducir. El tipo de carnet de conducir cambiará al mismo ritmo que se imponga el coche eléctrico que se saltará la norma de tener que examinarse con un coche con marchas.
Cero emisiones y cambiando la capacidad térmica, las baterías son el corazón y lo que marca los coches eléctricos. Tal como auguran los expertos como Jorge Díez, director de diseño de Seat y Cupra: “Hemos pasado de tener unas volumetrías mecánicas más o menos localizadas en el frontal, en el posterior o los más deportivos con el motor central, que definían unas proporciones características, a una nueva forma de plantear las proporciones de los automóviles. Esto se debe a la disposición de las baterías que están situadas en la parte inferior del vehículo”.
Optimizando el centro de gravedad del coche que cambia con un eléctrico se apuesta también por una aerodinámica que se traduce en kilómetros. Mantener un diseño que permita ahorrar kilómetros de recorrido es esencial. Con lo cual, cobra un nuevo sentido diseñar estos vehículos que tampoco disponen de un elemento al que estamos muy acostumbrados.
Con un motor más pequeño una caja de cambios reducida, cada elemento que se elimine influye en el peso y por lo tanto en el rendimiento de esas baterías eléctricas. Sin tubo de escape, ya que no emite gases contaminantes. Es un elemento que no volveremos a ver y que será el que cambie por completo el diseño y la forma de moverse.
El hecho de que sea cero emisiones permite que nos podamos desplazar sin contaminar, ni añadir CO2 a la atmosfera. Unas ciudades con aire limpio serán posible gracias a la eliminación de un tipo de motor que hasta la fecha se ha convertido en el gran enemigo de las ciudades. Cada vez más las restricciones se imponen para dar salida a unos coches eléctricos que son un nuevo paradigma.
Se acabó el ruido. No importa la aceleración o la velocidad, el coche eléctrico silenciará para siempre las ciudades. Se acabó ese ruido que despierta y que provoca algo de insomnio dependiendo de donde vivamos. El sonido de los coches poco a poco va pasando a la historia y será parte del pasado en unos años. Este será uno de los cambios más significativos que añadirá una nueva forma de pasear por las ciudades y de estar más atento a las calles.
Llegan los coches eléctricos dispuestos a dejar atrás todo lo que conocemos, es el paso intermedio para los coches autónomos con los que sueñan los visionarios. Poco a poco iremos acelerando a toda velocidad hacia este nuevo mundo en el que la manera en la que conducimos y los vehículos con los que lo hacemos será cosa del pasado.