Los coches eléctricos se enfrentar a su peor desafío ante unas baterías usadas que son una realidad con el paso del tiempo. Hay algo que deberemos tener en cuenta nada más comprar nuestro primer coche eléctrico, el hecho de que tenga un periodo de caducidad marcado.
Hasta la fecha algunos elementos se han mantenido fuera de lugar, especialmente ante unos coches cuya duración era la de décadas. En el pasado seguro que todos hemos tenido un coche durante unos 20 años, pese a que no es lo recomendable.
Las baterías usadas son el gran problema
Las personas que están en contra de los coches eléctricos deben tener en cuenta que estaremos ante un coche con un corazón que en algún momento dejará de latir. Es decir, a medida que avance el tiempo, tendremos cada vez menos margen de maniobra con la batería que viene de serie.
La autonomía es algo que ya hemos aprendido que es relativo. Pese a que los concesionarios dan una cifra, a la hora de llegar hasta ella es casi imposible. Depende de la manera en la que te muevas encontrarás una u otra forma para poder conseguir aquello que necesitas.
Se avecina un cambio que puede ser el que nos dé el empujón necesario para hacer este paso. Sabiendo que la batería durará de forma relativa, pero también siendo consciente que esta pieza básica de nuestro coche también tendrá un final que quizás no conocemos y que debemos poner sobre la mesa.
La batería se irá deteriorando en función de la forma en la que acabemos de usar este elemento que es imprescindible. Sin las baterías no se puede obtener lo que necesitamos, movernos de forma eficiente por la ciudad sin que nada nos lo impida o evite que así sea.
Aquí es dónde acaban las baterías
Es muy probable si queremos que nuestro coche eléctrico nos dure muchos años, tengamos que cambiar las baterías. Cuando ya no carguen lo que debería, es decir, que nos podemos quedar con nuestro coche eléctrico a menos de la mitad de la autonomía recomendable con el riesgo de quedarnos a medio camino sin nada.
Para quedarnos con la consciencia más tranquila o no, debemos saber que estas baterías se reciclan solo en un 5%, el 95% restante va directamente a los vertederos especializados. Por lo que estaremos con la consciencia tranquila, sabiendo que este elemento debe tener sus días contados.
Es algo que, pese a que le dediquemos todo el cuidado posible, es casi imposible de poder evitar. En esencia necesitamos estar seguros de que será algo que acabará pasando más tarde o temprano. Lo ideal es hacerlo más tarde, aunque muchas personas lo que deciden hacer es cambiar de coche antes de cambiar de batería.
Las marcas de coches eléctricos están preparadas para poder afrontar este cambio de batería que nos sumergirá en todo aquello que necesitamos. Una herramienta fundamental que cada vez ha ido bajando de precio, aunque todos sabemos que estaremos antela pieza más cara del coche eléctrico.
Antes que nada, debemos tener en cuenta que ya no es tan caro como antes, ya que se puede cambiar por piezas, especialmente en aquellas marcas que ya están preparadas para afrontar esta situación. En esencia, debemos estar listos para obtener aquello que deseamos, un coche eficiente, pero también en la medida de lo posible, lo más respetuoso posible con el medio ambiente, algo que cada vez lo, es más. Ahora ya sabes dónde van las baterías usadas de los coches eléctricos que circulan por las calles.