La búsqueda de nuevos materiales, lo más ecológicos posibles, para construir vehículos eléctricos es una realidad en la que trabajan ya todas las enseñas del sector. Una muestra de ello, y de los avances que se están produciendo, es que Volvo será el primer fabricante en utilizar acero «verde» en sus camiones eléctricos.
En qué consiste el proyecto de Volvo para sus camiones eléctricos
Volvo se convertirá así en el primer fabricante del mundo en emplear el llamado acero «verde», es decir, acero fabricado sin emplear combustibles fósiles a modo de fuente energía. La empresa empezará a emplear este tipo de material en los camiones eléctricos que realice desde este mismo año.
Los primeros modelos en los que busca incorporar Volvo su acero «verde» será en los modelos de gran tonelaje. Por el momento, este tipo de material se empleará en la zona de los largueros del bastidor del camión, el punto sobre el que se monta el resto de componentes. A medida que la accesibilidad del acero verde sea mayor, se irá empleando en más zonas.
Desde la empresa están comprometidos con el compromiso del acuerdo de París de ir hacia un escenario de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero también en lo que respecta a toda la cadena de valor para el año 2040. «Aumentaremos el uso de materiales libres de fósiles en todos nuestros camiones para que sean netos, no sólo en su funcionamiento, sino también en lo que respecta a los materiales con los que están construidos».
Cómo se obtiene el acero verde
El acero verde se obtiene empleando una tecnología basada en el hidrógeno, un hidrógeno que, a su vez, se logra mediante electrólisis del agua con electricidad y que proviene de fuentes no fósiles. Este hidrógeno puede emplearse de un modo directo para calentar el acero o hacer un uso de él vinculado a su almacenaje para un uso posterior. En cualquier caso, hablamos de un material que tiene un impacto climático mucho menor que lo que puede tener el acero convencional.
Desde la empresa que suministra el acero verde se está trabajando en un proyecto ambicioso que tendría consecuencias muy positivas en toda la cadena de suministros, buscando desarrollar una tecnología para la fabricación de hierro y acero sin combustibles fósiles y pudiendo suministrar al mercado acero sin combustibles fósiles de manera industrial ya para el año 2026, una fecha bastante asumible para el sector.