Un 2% de los taxis de Madrid son coches eléctricos, un taxista puede ahorrar una media de hasta 7.000 euros al año. Una cantidad de dinero que supone un pequeño respiro para unos trabajadores autónomos que sufren la subida de absolutamente todo, menos de su sueldo.
La apuesta por el coche eléctrico en la capital de España ha sido clave para aquellos profesionales que optaron por un coche más caro, pero con el que podían ahorrar más. Las ayudas en la compra del coche eléctrico han servido para ofrecer una vía de escape a un sector que, como todos, se ha visto muy tocado por la crisis.
Una media de 7.000 euros al año ahorra un taxista en gasolina
Los conductores profesionales son los que sufren las consecuencias de la subida del combustible. En este caso los que deben conducir por las ciudades se enfrentarán también a las restricciones, dada una circulación que parece que se mueve por momentos y que intenta acabar por completo con una contaminación que afecta a la salud de las personas.
Los taxistas han tenido que apostar sí o sí, por un tipo de vehículos que no contaminen, en este caso, por los coches eléctricos, híbridos o eléctricos enchufables, acaban siendo las mejores opciones para unos profesionales que están 8 horas al volante. Ellos son los que más sufren las subidas de la gasolina y saben perfectamente qué coche acaba siendo el mejor.
Prefieren invertir en calidad, comprar un coche que les permita trabajar cómodamente durante años, sin necesidad de pasar por el taller que hacerlo de la mano de un vehículo poco fiable. En el sector de los coches eléctricos conocen las mejores marcas y son expertos en una autonomía que es la que les da de comer.
A mayor número de kilómetros que se haga con un coche eléctrico, más rentable acaba siendo una compra que puede cambiarlo todo. Además de un escaso mantenimiento que prometen los fabricantes de coches eléctricos. A menos piezas que mantener como las del coche eléctrico que cuenta con la única gran fuente de energía, unas baterías que son el corazón y deben ser las que se muevan al son de lo que les marca el consumo y el recorrido que deben hacer.
Un taxista es un experto en conducir en una situación que aumenta considerablemente el consumo. Frenar y acelerar, en una circulación que está marcada por las interrupciones, que no sigue las pautas de los probadores de coches que van en un circuito cerrado a una velocidad constante.
Los taxis se mueven por la ciudad a la velocidad que marca el tráfico y rara vez pueden mantener una velocidad constante. Por lo que, son los que gastan más gasolina, pero también consumen más rápidamente la autonomía de un coche eléctrico. Por lo que, muchas veces optan por un modelo híbrido para poder trabajar ahorrando un poco.
Aunque la opción 100% eléctrica también está a su disposición, el principal miedo de todo taxista es dónde cargar su herramienta de trabajo, en caso de no contar con un cargador en casa, para poder hacerlo cuando termine su turno de trabajo o si tiene una emergencia. Por lo que este aspecto, le hecho de no tener un cargador cerca, puede acabar siendo lo que marque la diferencia y haga decantar la balanza hacia un híbrido.
El taxi 100% eléctrico sigue siendo una minoría, pero en ciudades como Madrid, es capaz de demostrar lo que se puede ahorrar o conseguir con este tipo de vehículos cuyos kilómetros cuestan menos dinero de hacer, dado el precio de los combustibles fósiles en España.