El 14 de diciembre de 2024, tuve la oportunidad de participar en un curso de Conducción Segura de Motocicletas organizado por la Asociación Moto y Vida en colaboración con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Este curso, además de ofrecer formación especializada en Seguridad Vial, tenía una causa solidaria muy importante: recaudar fondos para los niños y niñas afectados por la DANA en Valencia. Los daños causados por este fenómeno natural han dejado a muchas familias en situaciones muy difíciles, tanto a nivel material como personal, y la iniciativa de este curso se convirtió en una excelente forma de aportar un granito de arena a esta causa.
El evento no solo estuvo centrado en la mejora de la Seguridad Vial, sino que también reforzó el compromiso social del colectivo motero. La Plataforma Motera para la Seguridad Vial (PMSV) fue otra de las entidades implicadas en este proyecto, demostrando una vez más su dedicación a mejorar la seguridad en las carreteras y a reducir la siniestralidad entre los motoristas, un colectivo vulnerable que necesita formación constante y adecuada.
El curso, celebrado en las instalaciones de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil en Mérida, combinó clases teóricas y prácticas. Durante las sesiones prácticas, los participantes perfeccionamos nuestras habilidades en técnicas de frenado, esquiva de obstáculos y trazado de curvas. La seguridad en la conducción, la correcta utilización de los frenos, y la importancia de una conducción defensiva fueron algunos de los temas clave tratados durante las prácticas. En las clases teóricas, los monitores compartieron conocimientos sobre seguridad activa y pasiva, dinámica de la motocicleta, y la importancia de conocer y adaptar las técnicas de conducción a las condiciones de la vía.
Lo más destacable del curso fue el enfoque integral que ofreció. Además de mejorar nuestras habilidades y destrezas al volante, también se nos concienció sobre los riesgos inherentes a la conducción de motocicletas y la necesidad de estar al tanto de los avances tecnológicos, como los sistemas de ayuda a la conducción (ARAS), que cada vez son más frecuentes en las motos modernas.
Un aspecto fundamental de este curso fue la calidad de los instructores. Los monitores pertenecen a la élite de motoristas, ya que forman parte del equipo que entrena a los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Estos profesionales deben superar el curso que es tan exigente que, en ocasiones, un 20% de los aspirantes no lo superan debido a la dificultad de los ejercicios o por las lesiones que se pueden producir durante el aprendizaje. Este nivel de exigencia es una prueba del compromiso y la experiencia que poseen. Además, también participaron instructores de la Asociación Moto y Vida, con una gran trayectoria en la formación de motoristas y en la impartición de cursos para el público general. Su experiencia práctica y pedagógica en la enseñanza de técnicas de conducción segura contribuyó al éxito del curso.
Como docente especializado en Seguridad Vial, con experiencia de antaño impartiendo cursos de motos tanto a profesores de formación vial como a aspirantes a obtener el permiso de conducción, siempre he defendido que en el mundo de las motos nunca se deja de aprender. La conducción segura nunca debe darse por sentada: “el día que uno crea saberlo todo, no continúe formándose y no se adapte y aproveche la innovación tecnológica, es cuando más cerca estará de la caída”. Todo lo nuevo aprendido lo trasladaremos a nuestros cursos y manuales de DAC Docencia.
Por supuesto, la parte solidaria del evento no pasó desapercibida. Los fondos recaudados por la inscripción en el curso se destinaron a un proyecto que busca llevar ilusión y regalos a los niños que han sufrido las consecuencias de la DANA en Valencia. Este gesto solidario demuestra que la comunidad motera también está comprometida en ayudar a quienes más lo necesitan, uniendo la formación y la acción humanitaria en una experiencia única.
En resumen, fue una experiencia enriquecedora tanto en el plano personal como profesional. La oportunidad de mejorar mis habilidades de conducción y, al mismo tiempo, contribuir a una causa tan noble, refuerza el valor de las acciones solidarias.
Canalizo mi más sincera enhorabuena por la iniciativa en la persona de Jesús Baena, como presidente de la Asociación Moto y Vida, aunque la quiero hacer extensiva a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y a todas las personas y entidades que hacen posible que proyectos como este contribuyan a mejorar la seguridad vial en nuestras ciudades y carreteras.
Si eres motero no te puedes perder el próximo curso que organiza la Asociación Moto y Vida, sigue el link para obtener información: Web Moto y Vida
¡Una bonita experiencia para salvar vidas y para ofrecer esperanza!