El miedo a quedarse sin batería se ha convertido en la peor pesadilla de los conductores del coche eléctrico. Las nuevas tecnologías generan también, elementos totalmente nuevos que pueden llegar a ser los que marquen un antes y un después en la salud de las personas. Cada conductor es un mundo y hay algunos que no ven en el coche eléctrico un enemigo, sino todo lo contrario.
Los científicos sociales han acuñado un nuevo concepto, el llamado range anxiety que es el que acabará generando una ansiedad que hasta la fecha quizás nadie hubiera imaginado. El miedo a quedarse sin batería que ya experimentan algunas personas con la tecnología móvil llega a los coches eléctricos.
La range anxiety apareció con los primeros coches eléctricos
La tecnología llega a nuestras vidas y no siempre para bien. Hay algunos nuevos conceptos que se han acuñado con el paso del tiempo y han acabado inundándonos. Es el caso de la range anxiety, algo que no es nada nuevo, sino que forma parte de la integración de la tecnología a nuestro día a día.
Las baterías marcan el inicio y el final de un recorrido o de un elemento tecnológico. En los teléfonos móviles se empezó a poner en practica esta ansiedad que ha estado relacionada con el hecho de que la batería se agote. Estar siempre localizable o poder llamar, pero también controlar una situación que no depende de nosotros entra en funcionamiento.
Este tipo de ansiedad afecta o puede afectar también a los propietarios de un coche eléctrico. Un vehículo que carga unas baterías eléctricas que son en gran parte las causantes de que se genere una cierta ansiedad. Al no disponer de un cargador móvil o no saber dónde estará el cargador o el consumo de batería que se emplea, puede acabar siendo complicado encontrar la estabilidad que se busca.
Desaparece la range anxiety con la frenada regenerativa
Los propietarios de modelos de coche eléctrico con frenada regenerativa evitan que se acabe produciendo un problema mayor. Es decir, esta ansiedad desaparece al saber que en cada frenada se puede ir recargando un poco la batería. La carga se va estabilizando y no hay esa sensación de que en cada kilómetro recorrido perdemos el coche o nos quedamos sin poder llegar al destino.
Este sistema de frenada regenerativa está disponible en los nuevos modelos y es todo un alivio para aquellos que necesitan moverse en un coche eléctrico por la ciudad y sufren de este mal. No a todo el mundo le afecta de la misma forma recorrer la ciudad con un coche cuya batería en algún momento se acabará.
De hecho, la mayoría de los propietarios de coche eléctrico son conscientes de que la batería no debe agotarse, por lo que antes de que se produzca este hecho ya encuentran un cargador. Este paso es algo que se hace, en parte para evitar esta ansiedad que afectaba a aquellos que veían como la carga de su coche se iba consumiendo.
Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y conseguir que cada vez nos afecte menos esa sensación de que la batería se agota. Es la misma que con el deposito de gasolina a la baja, en esencia, la única diferencia es que hay más gasolineras que electrolineras, aunque esto no debería suponer un problema.
El coche eléctrico o al menos las nuevas generaciones con sistemas de recarga o híbridos enchufables, han dejado atrás la ansiedad de los primeros días. Esta sensación ha dado paso a la felicidad de ver lo que ahorra un coche eléctrico moviéndose por cualquier parte de la ciudad con total comodidad.