Uno de los grandes retos del sector de los vehículos eléctricos consiste en aumentar la autonomía de un camión eléctrico. Los kilómetros que se recorren con este vehículo acaban siendo dinero para el empresario o autónomo, con lo cual, es un punto importante. De igual forma que lo es el hecho de que el camión eléctrico no contamine y pueda acceder al centro de las ciudades, circulando hasta su destino.
Por qué es importante tener un camión eléctrico
El sector de los vehículos eléctricos no tiene ningún sentido sin un camión eléctrico que sea totalmente eficiente. Según un estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente realizado en Madrid y Barcelona, casi el 30% de los camiones supera los límites legales de emisiones de Co2. Son, por lo tanto, los vehículos pesados que provocan una contaminación superior y los primeros que deberían empezar a funcionar con este tipo de sistema.
Un camión eléctrico será la solución a unos gastos de combustible que pueden hacer tambalear la rentabilidad de cualquier empresa y autónomo, en estos tiempos que corren. Además de crear un futuro de aire limpio, también influye el factor del ahorro energético y de costes. Un deposito de camión en una ruta nacional de varios miles de kilómetros supone unos euros que encarecen el viaje y los posibles beneficios de cualquier empresa.
La autonomía de un camión eléctrico a debate
El principal obstáculo para equiparar los camiones eléctricos con los vehículos de combustión eléctrica es la autonomía. Estamos ante una cantidad de kilómetros que debe adaptarse a las necesidades del mercado sin causar ningún inconveniente al conductor y a la empresa. El principal obstáculo de los camiones eléctricos es la batería, la capacidad y el espacio de esta.
Una batería convencional puede recorrer una distancia de unos 300 kilómetros, un recorrido escaso para un vehículo de transporte de mercancías. A esta distancia se le debe sumar el tiempo de recarga en un punto convencional. Sin carga rápida son varias horas en las que el camión deberá estar parado. Una cantidad de horas que puede equipararse al descanso reglamentario del conductor, siempre y cuando se pueda llegar a los objetivos para asumir la rentabilidad necesaria.
Las baterías del camión eléctrico son todo un reto
El camión eléctrico tiene como principal objetivo recorrer una distancia adecuada cargado con la mercancía que debe transportar. Por lo tanto, es indispensable contar con el espacio necesario para mover la carga. Si estamos ante un camión eléctrico con unas baterías del tamaño adecuado para recorrer una gran distancia, nos podemos encontrar con el inconveniente del peso.
La UE permite una cierta adaptabilidad a las baterías eléctricas, es decir, aumenta el máximo peso permitido para que puedan circular. No obstante, además del peso, la cantidad de carga puede verse afectada por unas baterías que son más grandes que las convencionales. Este es el gran reto de los camiones eléctricos que deben seguir buscando fórmulas para equipararse con los convencionales.
Un camión convencional supone un beneficio con los costes equilibrados y la eficiencia energética en orden. Actualmente son los vehículos que más contaminan y que más complejidad poseen a la hora de hacer el cambio hacia lo energético. No obstante, grandes marcas están trabajando para crear camiones híbridos o con sistemas eléctricos que puedan competir con los motores de combustión. El reto supone una ganancia en caso de conseguir ganarle la partida al espacio en los compartimentos de carga y a la capacidad de carga rápida de este tipo de vehículos. De igual forma que el hecho de no existir puntos de carga distribuidos de forma uniforme por el territorio para asegurar que estos vehículos puedan recargarse sobre la marcha.