En el caso de que finalmente se lleven a cabo ciertos paros en el transporte durante el mes de julio se verían afectadas cerca de 250.000 toneladas de frutas y hortalizas que están destinadas a mercados exteriores, así como 200.000 toneladas que están destinadas nacional se verán afectadas a la semana, según FEPEX. Esto es así porque, en la actualidad, el camión sigue siendo el principal medio de transporte en el sector.
Todo ello se traduce en una afección de 250 millones de euros a la semana pérdidos durante el mes de julio dentro de las exportaciones y unos 280 millones de euros pérdidos dentro del mercado nacional.
La última votación de los transportistas
Con estos cálculos sobre la mesa y una situación muy complicada para el sector, los transportistas han votado, por el momento, no reactivar el paro a partir del 30 de junio como se prevía en un primer momento. Una decisión que desde la Plataforma Nacional Defensa Sector del Transporte se ha decido con un 41% de los votos a favor de reactivar el paro y un 45% que ha votado en contra no reactivarse. Además, hay que tener en cuenta que el 14% de los transportistas que participaron en las asambleas provinciales optó por la abstención.
Desde la Plataforma aseguran que a pesar de que ahora se ha votado ‘no: «la reactivación del paro sigue encima de la mesa y que en cualquier momento se puede ejecutar.»
Según han relatado ellos mismos, unas horas antes de que se efectuara la votación el Gobierno entregó el borrador de la Ley que precisamente se encarga de prohibir la contratación a pérdidas en el transporte y esta era justo una de sus principales peticiones. Además, se les invitaba a formar parte del desarrollo de la ley. Un texto final que tendrá que estar redactado antes del 31 de julio.
Por su parte, otros sectores también han ofrecido su opinión. Sin ir más lejos, desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, además de un grupo de representantes del sector de la cadena agroalimentaria y de hostelería han avisado de que no pueden «soportar un nuevo paro del transporte de mercancías ante los problemas en la cadena de abastecimiento de productos básicos de alimentación que provocaría».
Sin lugar a dudas, las pérdidas, tal y como se han calculado serían muy elevadas y eso que el dato ofrecido es sólo a lo relativo a la exportación e importación de frutas y hortalizas pero habría mucho más alimentos afectados.