El Parlamento Europeo aprueba el plan de descarbonización que rechazan los transportistas. De este modo, los transportistas han conseguido el objetivo de que que su sector se excluya del régimen de comercio de derechos de emisión.
En este pleno se han aprobado tres leyes que van a resultar fundamentales para llevar a cabo el plan de descarbonización. En este sentido, entre las medidas se incluyen aspectos relacionados con el transporte por carretera, algo que hasta ahora había sido excluido en el actual mercado de emisiones.
No obstante, la opinión de las asociaciones de transportistas es clara, ya que rechazaban incluir en el mercado de emisiones al considerar que no tenían los medios para funcionar sin emisiones y considerar que, de facto, se les estaba implementando un nuevo gravamen.
Con el nuevo documento aprobado por el Parlamento Europeo se contempla ya incluir al transporte por carretera en 2025, pero se retrasaría para los turismos la medida hasta el 2029.
Por su parte, desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles se han mostrado más positivos y sí que han querido dar la bienvenida a esta regulación, aunque aseguran que tendrá que venir acompañada de otras regulaciones. Además, desde dicha organización se está haciendo mucho hincapié en la necesidad real que hay de implantar más cargadores eléctricos en toda la Unión Europea.
Los siguientes pasos a dar
A partir de este momento, será el Parlamento el que tenga que negociar con el Consejo Europeo para que la Comisión Europea lo apruebe finalmente y se implementen las medidas con las que se prevé llevar a cabo una reducción significativa de los gases.
Se trata de un programa algo más ambicioso en el que se marca el objetivo de lograr una reducción de gases de efecto invernadero en 2030 que pasa de ser del 61% al 63%. Además, los ingresos por sanciones irán destinados a la acción por el clima en la UE y el resto de estados miembros.
En su caso, para la Organización internacional del transporte por carretera decir que consideran que se está ante una ley impracticable que consideran que no tendrían, verdaderamente, ningún “impacto real». Consideran que esto es así porque se incluyen “35 millones de vehículos industriales, pero excluye los 300 millones de vehículos privados”, en referencia a los turismos particulares que no serán incluidos hasta 2029. En lugar de establecer un incentivo para descarbonizar el sector del transporte por carretera, el ETS II penalizaría a los operadores de transporte».