Una de las grandes incógnitas es si el Gobierno extenderá la bonificación del combustible más allá de junio, algo que parece que los transportistas cada vez tienen más claro que sí se producirá.
Una ayuda hasta el 30 de junio
Hasta ahora lo único claro es que se trata de una ayuda que estará vigente hasta el 30 de junio y que es una bonificación indispensable para el sector: tanto transportistas, taxistas y agentes sociales que han visto como, gracias a ella, han llegado a ahorrar unos 700 euros al mes en su actividad. Al no haberse visto aliviada la situación, desde el sector creen «en un 90%» de que el Estado prorrogará esta bonificación. Además, de lo contrario, no descartarían volver a los paros.
Según afirman desde la Federación Española de Transportistas Autónomos (Fetransa); «La bonificación sobre el combustible ha supuesto un alivio para todo el sector del transporte. Pasar de pagar 1,80 euros el litro a un 1,60 reduce drásticamente un gasto que se estaba comiendo nuestros beneficios. Nuestra impresión es que esta ayuda se va prorrogar al menos para los profesionales. Cuando dialogamos con el Ministerio de Transporte para crear esta medida, se acordó que el próximo junio se revisaría de nuevo la continuidad de esta ayuda. Como de momento las circunstancias en Ucrania y el precio alcista de los combustibles no ha cambiado, entendemos que finalmente la bonificación se extenderá».
Además, remarcan que todavía está todo en el aire y que de no seguir finalmente sería algo desastroso para el sector. «No tenemos una confirmación oficial. De no seguir sería un desastre para todos los autónomos del transporte y tendríamos que parar técnicamente nuestra actividad al no poder lidiar con los precios actuales del mercado. Además, aunque se firme la paz hoy mismo, a corto plazo el precio del combustible seguirá aumentando y tendremos que esperar hasta que se estabilice. Es una medida totalmente necesaria y no podemos descartarla».
El aumento del combustible y lo que supone para los transportistas
El gran aumento de los costes de combustible estaba suponiendo que los transportistas tuvieran que abonar, de media, unos 600 euros al mes, una situación totalmente insostenible, según remarcan. «El aumento del precio del combustible suponía un sobrecoste de más de 5.000 euros al año, lo que se traduce en unos 600 euros mensuales. Un transportista gasta unos 6.000 euros al mes en carburante. Por lo que, dicho aumento, es un gasto insostenible que les deja con un margen de beneficio más bajo que los que existían en el año de la pandemia. Aunque el precio sea elevado, esta bonificación se ha notado en nuestros bolsillos. Lo único que esperamos es que el Gobierno prorrogue la bonificación todo el tiempo que sea necesario».