Una de las grandes incógnitas de nuestro nuevo coche eléctrico pasa por entender bien cómo funcionan las cargas rápidas. El eje central de cualquier coche eléctrico es la batería, no tener esta herramienta en perfectas condiciones puede afectar al funcionamiento del mismo vehículo. Por lo que es importante disponer de todos los datos que nos permitan elegir la mejor carga de batería a nuestro servicio. La carga rápida tiene una serie de inconvenientes que quizás hasta la fecha no se había podido demostrar, aunque de forma puntual puede ser un elemento vital.
Las cargas rápidas de las baterías de tu coche eléctrico
El tiempo es oro en todas las partes del mundo, por lo que poder cargar la batería de nuestro coche en menos tiempo es un plus que puede tener sus consecuencias. En toda carga eléctrica lo que se consigue es que el coche esté listo para seguir con su rutina en menos tiempo.
Es decir, la batería puede llegar a cargarse en mucho menos tiempo, cuestión de minutos y no llegar a la hora. Pero cuidado porque este avance que ganamos, por un lado, lo podemos perder por el otro, especialmente si tenemos en cuenta las consecuencias de estas cargas.
El principal punto de inflexión de todo elemento eléctrico siempre acaba siendo la batería. Por lo que es importante mantenerla siempre en perfectas condiciones, querer ganar tiempo de la mejor manera posible, sin pensar en las consecuencias de esta decisión puede ser algo que nos afecte en mayor o en menor medida.
El estudio de la afectación de las cargas rápidas en coches eléctricos se ha realizado en una pequeña escala. Todavía estamos analizando las consecuencias de este tipo de elementos, de la misma forma que debemos hacerlo de una manera distinta en el caso de un tipo de elemento que puede ser fundamental. La vida útil de nuestra batería se puede ver afectada, eso sí, con una incidencia mínima si la usamos en momentos puntuales, casi inexistente.
Esto es lo que dice el mayor estudio hasta la fecha sobre la incidencia de las cargas rápidas
El funcionamiento de tu coche solo notará la incidencia de las cargas rápidas si las usas de forma recurrente durante más de 3 años. Algo que es complicado que suceda ya que la mayoría de las casas o las electrolineras más comunes en España no tienen este sistema. El mayor estudio hasta la fecha sobre este tema lo ha realizado Aviloo Battery Diagnostics que ha puesto a prueba miles de coches eléctricos de distintas marcas, expuestos a una carga eléctrica durante años.
El resultado después de 3 años es una incidencia de un 17% en la carga, es decir, se pierde esta capacidad de la batería. El dato debe contrastarse ya que, sabemos, que como todas las baterías con el paso del tiempo van perdiendo capacidad, aunque no somos capaces de cuantificar la afectación real de cualquier carga.
No deja de ser una tecnología que ha llegado a las carreteras hace relativamente poco. Solo unos años atrás la incidencia de los coches eléctricos o de las estaciones de carga rápida era menor. Hoy en día, debemos tener en cuenta lo que sucede con este tipo de coches con los que tampoco estamos familiarizados.
Una buena manera de empezar a cuidar la batería del coche eléctrico más allá de cargas más o menos rápidas es evitar que se descargue por completo, pero tampoco estar cargando el vehículo cada día. Es decir, se necesita un término medio que permita la adecuación de los sistemas a las necesidades de un coche eléctrico que va ganando terreno.