La Comisión Europea ha abierto un proceso de consulta pública para preparar una futura propuesta legislativa que podría transformar el panorama del Transporte corporativo en Europa. Bajo el título “Vehículos corporativos limpios”, esta iniciativa busca acelerar la adopción de vehículos de cero emisiones (ZEV) en las flotas empresariales, un segmento que representa aproximadamente el 60% de las matriculaciones de coches nuevos y casi la totalidad de furgonetas, camiones y autobuses en la UE.
La propuesta, liderada por la Dirección General de Movilidad y Transporte (DG MOVE), se enmarca dentro del Plan de Acción Automotriz publicado en marzo de 2025 y la Comunicación sobre la descarbonización de las flotas corporativas. Ambos documentos identifican a las flotas empresariales como un motor clave para la transición ecológica del transporte por carretera.
Un marco común para evitar la fragmentación
Actualmente, la falta de una legislación armonizada a nivel europeo ha generado un mosaico de políticas nacionales que, según la Comisión, provocan incertidumbre regulatoria y avances desiguales entre los Estados miembros. Esta situación no solo afecta la competitividad del sector automotriz europeo, sino que también limita el acceso de los ciudadanos y las pymes a vehículos limpios en el mercado de segunda mano.
La futura regulación, prevista para el cuarto trimestre de 2025, se basará en el artículo 91 del Tratado de Funcionamiento de la UE, que permite establecer normas comunes para el Transporte Internacional y mejorar el funcionamiento del mercado interior. La Comisión argumenta que solo una acción coordinada a nivel europeo puede garantizar una señal clara y predecible de demanda para fabricantes de vehículos y proveedores de infraestructura de recarga.
Objetivos y opciones políticas en evaluación
Entre los objetivos específicos de la iniciativa se encuentran:
- Estimular la demanda de ZEVs en el segmento corporativo.
- Reducir el gasto en combustibles fósiles e importaciones.
- Aumentar la disponibilidad de ZEVs en el mercado de segunda mano.
La Comisión está evaluando diversas opciones políticas, como establecer objetivos nacionales, ofrecer incentivos financieros específicos para vehículos corporativos, y fijar metas para entidades concretas. También se estudia el papel de tecnologías como la carga bidireccional y la integración con redes eléctricas (V2G).
Impactos esperados y participación ciudadana
Los impactos económicos podrían incluir inversiones significativas en renovación de flotas e infraestructura de recarga, con posibles repercusiones en los costes operativos de las empresas. Social y ambientalmente, se espera una reducción de emisiones contaminantes y una mejora en la salud pública, especialmente en zonas urbanas.
La Comisión ha abierto un proceso de participación para que operadores de flotas, fabricantes, autoridades públicas, expertos académicos y ciudadanía en general puedan aportar sus opiniones. Más de 180 respuestas fueron recibidas en la consulta previa de 2024, y se celebró un diálogo estratégico con actores clave el pasado 17 de julio.