Una de las grandes reivindicaciones del sector de los transportes que servirá para impulsar la llegada de los vehículos eléctricos tiene que ver con el peso. Para que las empresas de logística puedan apostar firmemente por los camiones eléctricos, se debe ampliar el máximo permitido, teniendo en cuenta las características de estos vehículos.
La era de los camiones eléctricos requiere de una adaptación de la normativa que hace referencia al peso máximo permitido. Para jugar en la misma liga que los camiones de combustión deben poder llevar las mismas cargas y de esta manera la competición será idéntica, de tú a tú.
La nueva normativa beneficia la llegada de los vehículos eléctricos al sector del transporte
La normativa es el último de los obstáculos que quedaban para favorecer la llegada de los vehículos eléctricos al sector del transporte. Estamos ante una nueva revolución en el sector del transporte. Cuando todos los costes suben, encontrar la forma de ahorrar o de abaratar los desplazamientos pasa por hacerse con un vehículo que gaste menos.
La opción de los camiones eléctricos implica un mayor peso de una mecánica que mueve el vehículo. Las baterías eléctricas ocupan espacio, además de peso, con lo cual, limitan la capacidad de carga de estos elementos. Justo lo que se necesita en estos tiempos complicados, poder aumentar o mantener la carga gastando lo menos posible.
Consejo de Ministros aprobó por iniciativa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) la modificación que permite un aumento del peso máximo en vehículos convencionales. Por Real Decreto se establecen 2,5 toneladas en lugar de las 2 de Masa Máxima Autorizada (MMA).
Esta modificación representa que los vehículos eléctricos pueden competir con igualdad y de esta manera podrán repartir en las ciudades. Hasta la fecha el corazón de las principales ciudades se empezaba a restringir solo a los vehículos autorizados que no sean contaminantes, en este caso dejaba fuera a los eléctricos que no podían asumir la misma capacidad de carga que los convencionales.
Se elimina la necesidad de pedir las autorizaciones destinadas a vehículos de mayores dimensiones. Un paso más en la igualdad de las furgonetas de gran tamaño que pueden circular al igual que los camiones eléctricos cuyas normas también se han modificado para garantizar la llegada a todas las carreteras.
Un aumento de peso máximo autorizado que permitirá la llegada de los vehículos eléctricos a las ciudades
Hasta la fecha las furgonetas de reparto contaban con el problema del peso. En este tipo de empresas de logística se apuesta firmemente por la cantidad de pedidos repartidos o el peso de estos. Unos elementos que afectan de lleno a unas furgonetas eléctricas que parten con la desventaja de cargar unas baterías más pesadas.
Para poder apostar por las mismas condiciones que las convencionales se ha modificado el peso máximo. Podrán llevar una carga similar y usar energía alternativa al combustible, una facilidad que hace que la venta de furgonetas eléctricas pueda despuntar y ayudar a muchos autónomos.
El hecho de contar con un vehículo que pueden adquirir con las ayudas del plan MOVE III supone un descuento considerable en la compra. También será destacable la capacidad de estos vehículos para poder moverse sin gastar demasiado. La electricidad supone un ahorro considerable ante unos combustibles fósiles que están por las nubes.
A todo esto, se le suma que podrán acceder al centro de las ciudades, el corazón de la acción y el lugar en el que más falta hacen. Una nueva flota de vehículos eléctricos con más capacidad llegará este año gracias a este cambio de normativa que potenciará su uso.