La teoría del desfibrilador se relaciona con los cargadores públicos y afirma que es bueno que no se usen. Este hecho parece responder a algo tan común como empezar a pensar en la manera en la que se usan estos elementos que tiene un cierto paralelismo.
La ciencia dice que cuándo lo necesitas, es posible que esté ocupado. Aunque la realidad es que en la mayoría de las veces no tiene a nadie necesitando este elemento. Cuando se necesita suele estar ocupado, es el efecto ‘Semana Santa’ que hemos vivido en España durante estos días.
Por qué es bueno que los cargadores eléctricos públicos no se usen
Los usuarios no usan los cargadores eléctricos públicos y el motivo quizás te sorprenda. La falta de tiempo para poder estar mucho tiempo en ellos es lo que hace que muchos se lo piensen dos veces, ya que estamos ante un sistema que tiene sus peculiaridades.
Lo ideal es que esté vacío, por qué si hay alguien en él, las condiciones cambian. En lugar, de cargar rápido, la carga se relentiza ya que estamos ante un elemento que puede afectar de lleno a todo lo que estamos haciendo. Es decir, la potencia del cargador es la misma, que debe repartirse entre los coches que se estén cargando.
Ante este factor decisivo, o te encuentras el cargador vacío o directamente nunca te pones en la misma carga. El conductor que está cargando su coche, notará que la potencia del coche baja y eso quiere decir que tendrá que invertir más tiempo. Al igual que tú si empiezas a cargar tu coche en estas condiciones, puedes acabar teniendo unas condiciones fuera de lo común. Por ese motivo es mejor que los cargadores no se usen.
La teoría del desfibrilador
Los espacios públicos están obligados a tener un desfibrilador que salve la vida de las personas que han sufrido un colapso cardíaco. Esta descarga puede ser decisiva, pero al igual que los cargadores de coches eléctricos lo ideal es que no se use y esté preparado para recibir la emergencia.
En esencia estamos ante un elemento que puede cambiarlo todo y que en cierta manera se convertiría en una tabla de salvación. Al igual que encontrar un cargador vacío puede acabar siendo la forma de muchas personas de poder seguir con su camino.
Lo que sucedió en Semana Santa fue el efecto contrario a esta teoría, con lo que se tuvieron que esperar horas y horas unos coches eléctricos que debido al mal tiempo sufrieron las consecuencias de una batería que no llega a sus mínimos. Es decir, cuando se habla de autonomía en un coche eléctrico, influye el tipo de condiciones meteorológicas a las que nos enfrentamos.
Por lo que al final del recorrido lo que vamos a hacer es empezar a prepararnos para conseguir aprender a hacer funcionar este nuevo coche eléctrico que debe cumplir con unas condiciones que son claves. De lo contrario, acabaremos teniendo serios problemas a la hora de adaptarnos a este cambio.
Lo mejor de usar ahora mismo un coche eléctrico es que podemos tenerlo subvencionado, es decir, a través del plan MOVES III. Lo peor, es que aún no hay ni una red, ni un sistema público adecuado para hacer frente a estos coches. Se necesita disponer de un tipo de elementos que son fundamentales y contra los que necesitamos luchar. Una carga más rápida que permita que el coche eléctrico esté listo para seguir en minutos y no en horas, es algo que acabaría con este tipo de teorías.