El futuro de los coches eléctricos es sin cables, con lo cual, se cargarán perfectamente sin necesidad de enchufes. Uno de los básicos de cualquier coche eléctrico son los cables para poder conectar el coche y enchufarlo a la electricidad, de esta manera se consigue cargarlo al 100%. Algo que puede resultar un inconveniente, dependiendo de los cargadores o de las marcas, podemos tener algunos problemas, especialmente si es la primera vez que apostamos por este tipo de coche. Un elemento que tiene los días contados, el futuro es eléctrico y funcionará de esta forma.
La recarga inalámbrica de los coches eléctricos
El avance de los coches eléctricos es enorme. Nos enfrentamos día tras día a una serie de novedades que harán que moverse de forma sostenible sea más fácil. A partir de ahora ya podremos empezar a pensar en un tipo de carga que dejará atrás los cables que siempre se deben llegar para cargar el coche eléctrico.
Nos enfrentamos a un tipo de desafío que representa la base de este sistema de movilidad. Cuando España aún está luchando por el establecimiento de las electrolineras que deben ayudar a extender el uso del coche eléctrico, llega un avance importante que pondrá fin a los cables.
El problema de los actuales puntos de carga públicos es que pocos están cubiertos. Con lo cual, un día de lluvia o de mal tiempo, sí o sí, toca bajar del coche, sacar los cables y empezar a cargar. Seguro que nos mojamos y aunque no supone un riesgo, es un inconveniente que se puede evitar con los cargadores inalámbricos. No será necesario bajar del coche para cargarlo, sino que simplemente pasaremos.
Así funciona este tipo de carga
El sistema necesita estar a una distancia adecuada, por lo que lo normal es que el coche eléctrico se sitúe encima, estando a poco más de 15 centímetros de este punto. De esta manera conseguiremos que el coche eléctrico se vaya cargando a través de un sistema de resonancia magnética inducida. Descubierto como NiKola Tesla, permite cargar a distancia. Identifica el coche y la autorización para hacerlo, de acuerdo con el propietario y el precio establecido, simplemente deberá aceptar.
El inconveniente de la falta de conocer un estándar europeo impide que la carga inalámbrica se extienda. Hay un problema que hace que esta carga no esté más extendida. Por lo que hasta que no haya habido un acuerdo será complicado que se acabe implantando. Los enchufes son comunes por lo que en lo que se refiere a los coches, podemos viajar por toda Europa sabiendo que podremos enchufarlo a cualquier electrolinera.
Los carriles de carga pueden ser el futuro, ampliar más la posibilidad de cargar coches eléctricos hasta en movimiento. Una funcionalidad que servirá para conseguir que el tipo de coche eléctrico acabe siendo lo que marque este futuro de carga inalámbrica que haría más fácil una tarea rutinaria de todo propietario de un coche eléctrico.
De momento es una tecnología que aún tiene que superar algunos obstáculos, pero está en camino de convertirse en la manera más cómoda y quizás rápida de conseguir cargar nuestro coche eléctrico. De esta manera conseguir optimizar este tipo de vehículos será más sencillo.
Las mejoras del coche eléctrico no solo son de autonomía o de diseño, sino que también van de la mano de unos cargadores sin los que no podrían funcionar. El futuro pasa por un cambio en el sistema que puede facilitar la vida de los propietarios y también de las electrolineras que harán mucho más sencilla la recarga que podrá abarcar a más coches en un mismo espacio.