En los últimos tiempos se está poniendo de relieve la necesidad de acceder a un tipo de movilidad sostenible y es necesario lograrlo de manera rápida. De ahí que muchos expertos en el sector ya hablen de que los camiones eléctricos podrán ser competitivos y plantar cara a los diésel alrededor de 2025.
Del mismo modo, se prevé que también sea un realidad en el caso de los camiones de pila de combustible de hidrógeno ya para 2030. Estos son datos que se recogen en un informe presentado durante Transport & Environment en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El porqué de este gran impulso
En este sentido, uno de los motivos por los que se estaría dando este gran impulso, tal y como se recoge en el informe, es porque «los vehículos convencionales con motor de combustión interna serán cada vez menos competitivos a lo largo de su vida útil en comparación con sus equivalentes eléctricos». Es una afirmación de la que los especialistas en el sector parten para evidenciar la necesidad de que se produzca dicha transformación lo antes posible.
Cumplir con los plazos establecidos por Europa es todo un reto que dependerá, en buena medida, de la capacidad que muestre el sector para adaptar la tecnología con la que puede contar en la actualidad al tipo de vehículo que comercializa, sobre todo en aspectos como las baterías que empleará, sistemas de carretera, células de combustible, combustibles ecológicos, entre otros.
Ya hay empresas que están trabajando con camiones eléctricos
Aunque todo apunta a que la aceleración a partir de ahora va a ser elevada, lo cierto es que ya hay empresas que están trabajando con camiones eléctricos en su flota. Por ejemplo, encontramos al Robles Transport, una enseña que ya está probando su flota de camiones eléctricos e híbridos para implementarlos totalmente en el de mercancías para supermercados ubicados.
Por el momento, según afirman desde la propia empresa, se trata de algo que les ha proporcionado una experiencia de alta calidad, siendo capaces de reducir las emisiones y el ruido.
Más en concreto, este hecho estaría asociado a una reducción en las emisiones de CO2 por encima del 30% en lo relativo a los híbridos enchufable y de hasta el 86% si nos fijamos en lo que supone para el camión eléctrico. Más allá de la experiencia en esta empresa, la realidad parece ir en este sentido mucho antes de lo que pensamos.