Los coches eléctricos se enfrentan a uno de los problemas que nadie podía prever, la subida de los precios de la luz. Las baterías eléctricas necesitan de esta materia prima para poder funcionar y sin ella, es imposible que puedan recorrer los kilómetros establecidos. Lo que antes era muy barato, ahora sigue siendo barato, aunque con ciertos matices.
La subida de la luz ha afectado de lleno a aquellos que decidieron comprar un coche eléctrico en unos tiempos en los que la luz estaba más barata. España es uno de los países que durante los últimos tiempos ha experimentado un aumento de precios debido a la invasión de Rusia a Ucrania.
Así es cómo ha afectado la subida de la luz a los coches eléctrico
Todo estaba preparado para hacer el cambio a los coches eléctricos, hasta que un acontecimiento histórico hizo replantearse a algunos compradores el hecho de realizar esta compra. La luz empezó una subida histórica que sitúa a nuestro país, España, en uno de los niveles más elevados de los últimos tiempos.
El miedo a que este tipo de combustible estuviera por encima del resto de los diésel o gasolina hizo recular a algunos inversores que tenían en este tipo de coche, una oportunidad. La preocupación por cuánto costaría la carga de este tipo de coches, nos lleva a hacer números para saber cómo ha afectado la subida de la luz al presupuesto.
La recarga de los coches eléctricos cuesta la mitad que los coches de combustible
La OCU cuantifica el precio de lo que cuesta la recarga un coche eléctrico y en este caso se trata de una cantidad de dinero que se queda en la mitad de lo que cuesta la gasolina o el diésel. Se da el caso que estos combustibles también han aumentado de precio y esto ha hecho que siga siendo rentable gastar un poco más en un coche eléctrico para ahorrar a final de mes.
Si nos paramos a hacer números pese a haber experimentado un aumento de más del 100% en estos años. El precio de la luz no es tan elevado como el de otras materias primas. Eso quiere decir que, por ejemplo, llenar el depósito de un coche diésel supone un gasto de unos 1.000 euros, mientras que en electricidad es un gasto de solo 400.
A este hecho se le suman las ayudas que reciben los propietarios de estos coches eléctricos. La administración pública está totalmente centrada en impulsar la llegada a las carreteras de coches que no emiten emisiones contaminantes. Es decir, estamos ante una cifra que se suma a las ventajas económicas de ponerse al volante de estos coches.
El Plan MOVES III en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023, permite el acceso a los coches eléctricos que prácticamente están al mismo precio que los diésel o de gasolina. Es una gran ventaja el obtener un descuento que hace más sencilla una inversión que en muchos casos es igual. Es decir, cuestan lo mismo ambos coches, pero gastan menos.
Además, la administración también ofrece bonificaciones a nivel fiscal que permiten que mantener a los coches eléctricos sea más fácil y barato. Las grandes ciudades especialmente, pero ya las que tengan más de 50.000 habitantes son las que restringen el tránsito para que puedan acceder solo este tipo de coches.