Si bien hasta hace poco parecía que el coche autónomo era algo que no acabaría de materializarse, lo cierto es que esto ya ha dejado no sólo de ser así sino también de percibirse como tal. A continuación, exponemos cuatro razones por las que el coche autónomo será útil a corto plazo.
El avance de la tecnología
La tecnología de conducción autónoma ha ido avanzando y basta con ver esta realidad a través del número de vehículos que cuentan ya con asistentes de conducción que permiten una circulación más segura. Aunque de los asistentes de conducción a que el propio sistema coja el mando del coche hay un mundo todo parece que va en esa dirección.
La confianza en los usuarios
Poco a poco, los coches eléctricos irán generando más confianza en los conductores. Existe un periodo de adaptación en el que hay que ir mentalizándose para ver vehículos en los que no haya nadie al volante y confiar en que no se les va a atropellar.
Para ello se ha ir perfeccionando el sistema que muestre que funciona correctamente y con poco margen de error y será en ese punto en el que los usuarios perciban que recurrir a este tipo de vehículos es algo completamente seguro.
La convivencia entre los coches autónomos y los modelos tradicionales
Del mismo modo, habrá un periodo en el que ambos tipos de coches tendrán que convivir. Si bien es cierto que cuando esté completamente desarrollada la tecnología autónoma, tendría que ser más segura que la que pueda ofrecer un coche conducido por una persona, ambos tendrán que cohabitar por las carreteras. Se presupone que los modelos autónomos definitivos contarán con una capacidad de anticipación y comunicación mayor.
La legislación
En cualquier caso, hasta ahora, el mayor reto que tiene por delante aún el coche autónomo es el del marco legal, puesto que va bastante más lento al de la tecnología. La realidad es que ya se trabaja con prototipos muy avanzados pero todavía no hay un marco legal que permita que circulen y regule el modo en el que deben hacerlo, preferencias, responsabilidades, etc.
Hasta ahora, lo único que sí es ya algo real es que desde verano se permitirá la circulación de los vehículos con nivel 3 de autonomía en Europa, aunque esto sea una realidad a grandes rasgos será cada país de la Unión el que tendrá que hacer su propia reglamentación concreta.