Una de las grandes apuestas de las grandes compañías es hacer funcional el camión eléctrico, la última barrera para conseguir acabar con uno de los elementos más contaminantes. El transporte de mercancías por carretera es uno de los factores que genera más Co2 y además necesita la inversión de más cantidad de combustibles fósiles. La gran barrera para poder eliminar cualquier obstáculo a la hora de crear un futuro repleto de vehículos eléctricos es el camión.
La posibilidad de repostar en menos tiempo o hacer más kilómetros es uno de los retos que afectan de lleno al vehículo eléctrico. El camión no es un vehículo particular, sino que forma parte de la gama de profesionales que deben hacerse con su herramienta de trabajo. Debe ser tan o más rentable que el camión con combustibles fósiles. La solución es un sistema que convierte a un camión eléctrico en algo más.
La solución a los problemas del camión eléctrico: La pila de combustible de hidrogeno
Las baterías de un camión eléctrico deberían ser los suficientemente eficientes y prácticas para poder abarcar a todo un turno. Recorrer una gran cantidad de kilómetros para poder cumplir con su misión profesional, algo que quizás no terminará de ser tan sencillo como parece, aunque sí factible. Hay una solución posible para poder equiparar los costes, realizando una inversión inicial considerable.
El camión eléctrico de pila de combustible de hidrógeno es la manera de conseguir recorrer grandes distancias sin necesidad de invertir horas de repostaje o de estar pendiente de los kilómetros. En este tipo de vehículo la energía se genera sobre la marcha, una inversión mayor que provoca una contaminación menor y un gasto que acaba amortizando su coste con creces.
Este tipo de combustible verde es una de las alternativas que ha funcionado en vehículos usados para funcionar durante toda la jornada laboral, como un taxi o un autobús. Representa otra forma de funcionar más allá de los combustibles fósiles y de los híbridos convencionales. Un paso más hacía unas ciudades y países más limpios.
Así es cómo funciona la pila de combustible de hidrógeno del camión eléctrico
Este sistema aún por ponerse en marcha supondría la solución a una autonomía que hasta la fecha llega en el mejor de los casos a los 300 kilómetros, nada que ver con los 1.000 que se necesita como mínimo recorrer en un viaje rentable. Si las estaciones de combustible a base de hidrogeno fueran una realidad, este tipo de camión podría funcionar con electricidad durante más tiempo.
La solución es complicada ante unas baterías demasiado pesadas y un combustible extra que aún no estaría disponible en todas las estaciones de servicio. Algo que es básico para conseguir realizar cualquier ruta con la seguridad necesaria. Por el contrario, se conseguiría un vehículo con posibilidad de ser competitivo, aunque solo se trate de un camión eléctrico que sobre el papel sería superior a los demás.
Un sistema basado en los autobuses eléctricos podría funcionar, aunque tendría el inconveniente de la parte que ocupan las baterías y el tiempo que tardan en cargarse. Para un vehículo cuya misión es recorrer espacios en el menor tiempo posible y siendo rentable para su empresa, cada segundo cuenta.
La llegada de un camión eléctrico en el que se trabaja desde hace décadas podría suponer el inicio de una nueva era. Las mercancías podrían viajar en un vehículo que podría entrar hasta el centro de las ciudades, en un recorrido sin contaminación. Un sueño que está cerca de hacerse realidad gracias al avance que se está consiguiendo con un combustible como el del hidrógeno