Los ciberdelincuentes han entrado en el universo de los coches eléctricos a través del robo de datos en puntos de carga. Este hecho se ha convertido en motivo de preocupación para los expertos que han intentado acabar con este problema que quizás los usuarios que cargan en puntos públicos no conocen.
Los puntos de carga de coches eléctricos se han convertido en un objeto de lo más preciado de los ciberdelincuentes que han acabado siendo los que han visto la puerta abierta a un intercambio de datos. La administración pública ya ha advertido de lo que puede pasar si cargas tu coche en estos puntos.
Los ciberdelincuentes roban datos de los puntos de carga de coches eléctricos
El Instituto Nacional de Ciberseguridad ha sido el encargado de lanzar una clara alerta ante un robo de datos de lo más inusual. Los ciberdelincuentes buscan las formas de entrar en los dispositivos y han descubierto en los puntos de carga públicos una puerta abierta a los datos de los usuarios.
Los expertos advierten que se han dado algunos datos preocupantes. Ya que nuestros coches eléctricos que acabarán la jornada conectados a unos puntos de carga públicos en los que se conectan a internet, pueden ser un sitio peligroso. Especialmente hoy en día que tenemos todo conectado al coche, el teléfono o cualquier otro dispositivo con nuestros datos.
Los datos son información sensible que los ciberdelincuentes pueden utilizar en nuestra cuenta. Desde el teléfono hasta algunos elementos más que son un riesgo para nuestra privacidad. Todos los puntos que sean públicos y tengan un acceso a internet, corren el peligro de estar a merced de todos los delincuentes.
Esta es la advertencia que ha lanzado el Instituto Nacional de Ciberseguridad
Según este organismo público hay una forma de robar datos en puntos de carga públicos. El Instituto Nacional de Ciberseguridad ha lanzado una advertencia en cuanto a tres formas de robar los datos:
Uno de los grandes problemas es la existencia de vulnerabilidades de seguridad de los dispositivos que forman la estación, ya que, debido a su localización, en la mayoría de los casos, únicamente se puede actualizar desplazándose físicamente al lugar donde se encuentra dicha estación. Las vulnerabilidades más encontradas en este caso se encuentran con la falta de seguridad en la autenticación y el XSS (Cross-Site scripting), lo que podría ser utilizado para conseguir información delicada, comprometer el navegador que se utiliza o incluso poder secuestrar las sesiones de usuario.
En ocasiones, las estaciones de recarga tienen puertos USB, lo que provocaría poder realizar diferentes ataques como al introducir un pendrive especialmente diseñado, que puede enviar una descarga de tensiones muy altas destruyendo el dispositivo de la estación de recarga o incluso copiar los datos de configuración y los registros de la estación.
Otro problema es que estas estaciones están conectadas a Internet para poder enviar y recibir información por lo que es muy importante utilizar protocolos ciberseguros, ya que si los protocolos que se utilizan no son seguros podría provocar que la información que se transmite la pueda obtener el que realiza el ataque.
A partir de estas tres formas o problemas a los que se enfrentan los usuarios de coches eléctricos hay que tener mucho cuidado en los puntos de carga públicos. Este tipo de formas de carga que suele ser gratuito se lleva por delante la privacidad de las personas. Por lo que es importante disponer de un buen antivirus y no conectar nada más que el propio cargador, los USB que puede haber en estos puntos pueden ser una puerta de entrada a estos ladrones.